sábado, diciembre 28, 2013

A veces no me dan ganas de hablar, contesto con monosílabos, me irrito si quieren que les conteste con largas oraciones o que les de explicaciones. No se porque pasa, pero hay días que amanezco así, mientras menos hable mejor. No lo tomen a mal. No me molesta hablar, tampoco soy una odiosa mamona por no querer hablar. Pero hay días en el que el silencio me parece más bello. En el que emitir una sola palabra me cuesta más trabajo que algún problema algebraico. En esos días solo me gusta observar, escuchar y contemplar, conocer más por lo que veo que por lo que intercambio. Lo se, son días raros. No pasan muy a menudo , espero no me mal entiendan.


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