Nunca me siento más tonta como cuando me abro con una persona y me doy cuenta que no valió la pena hacerlo.

No es que me abra con cualquiera, precisamente soy selectiva por el trabajo que me cuesta hacerlo y que por lo general termina en un terrible arrepentimiento de haberlo hecho.

Soy mejor siendo un libro cerrado de esos de la sección prohibida, de esos libros que cuesta trabajo entender o que en partes de sus narrativa son bastante tediosos , de esos que abandonas por falta de interés o simplemente de esos que no son para todos.

Por eso sería mejor tener un letrero en la frente que rece:

"No me toques, contenido turbio, con rastros de inestabilidad mental,frágil, no apto para cardiacos"

FIN.