Para Ramona:

Pequeña Ramona, antes que nada quiero agradecerte por el mes más bello que nos regalaste. Gracias por las caricias pero sobre todo por la alegría que nos brindaste a todos. Gracias por los recuerdos que nos dejaste a cada quien, bolsas, ropa, llantas, zapatos mordidos. Era tu forma de decirnos te quiero. Pero jamás olvidaremos lo que nos enseñaste. A mi me enseñaste que puedo ser comprometida y sobre todo responsable. A mis tíos le enseñaste a decir que si y no ser tan estrictos. A mis demás perros, tus hermanitos, Tanguyú, Nina, Salsa y Chanel les enseñaste a ser más tolerantes y compartidos. A tu hermanito, Zlatan, le enseñaste a subir al sillón y  luego romperlo. Pero sobre todo gracias por ese amor desmedido e incondicional que nos brindaste a todos. Espero que cuando llegues al cielo de los perros, te sientas muchísimo mejor y ya no haya dolor. Y sobre todo que sigas jugando y siendo súper traviesa como solías serlo. Si ya estás ahí puedes buscar a Ruffino, a Chatran, Terry y las Camilas, ellos serán tu nueva familia perruna y te cuidarán mucho a ti y tu hermanitos. No te sentirás sola con ellos. Diles que los extrañamos mucho y que los amamos tanto como a ti. Nosotros, por el momento te recordaremos como eras antes de enfermarte, juguetona, alegre, traviesa y amorosa. Siempre estarás en nuestros corazones y aunque ahora nos duele muchísimo tu partida. Esperamos algún día abrazarte y sobre todo que nos des besos de nuevo. Por favor, cuídate y juega mucho con los otros perros. Te amamos Ramona.