Extraño ver películas contigo, mientras nos sentábamos en el sofá y acariciaba a Homero, tu de ante mano ya te sabias los diálogos de las películas, pero aún así disfrutaba el momento. Extraño también, aquellos viajes en camión hasta tu casa, mientras escuchábamos música, un audífono tu, un audífono yo. A veces conversábamos y otras solo mirábamos lo que apareciera por la ventana. Extraño oírte cantar mientras andábamos por ahí, cuando te conocí ibas cantando por las calles sin importarte lo que dijeran. Extraño esas caminatas mortales a tu casa, aún recuerdo la primera vez, tú te morías de risa con solo ver mis piernas y mi cara temblando de angustia. Extraño verte a diario, porque tu eres una persona especial que sobresalía de los demás en esa escuela de porquería. Te extraño tanto. Vuelve.
No hay comentarios:
Publicar un comentario