viernes, julio 05, 2013

Ernesto Pérez Vallejo


Y la cárcel llena de hombres que no supieron amar
y la calle repleta de mujeres que no se dejan querer
y yo en terreno de nadie,
sin saber amarte,
sin querer quererte.

Y podría...
no sé si sabría...
pero podría...
intentarlo.

Debía ser hermoso todo esto
cuando el amor cabía en una carta.

Hará dos vidas que no miro en el buzón
esta que vivo ahora
y la que tú te llevaste.


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