martes, noviembre 29, 2011


Te quiero aquí en mi cama, como aquella noche en que tus dulces lagrimas probaron la salinidad de mi cama, aquella noche en la que entre rizas y llantos recordamos...Te quiero aquí en mi cama porque desde que te fuiste mi alma no está tranquila, me haces falta, te hago falta (lo se, lo sabes) Pero somos simples presas de las circunstancias, del tiempo, de nuestras propias vidas...Siempre tendrás un lugar en mi cama, para endulzar esta salinidad con tus dulces lagrimas, para reír hasta que alguien venga a callarnos. Te quiero, te necesito, te extraño, no me lo callo.

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